¿Qué es un Chaman?
Es la persona -en general hombre-, que experimenta el cambio a otro estado de conciencia, para entrar en contacto con el mundo no ordinario o dimensión oculta de la realidad a fin de realizar curaciones, sabiendo que el mundo objetivo no es sino una forma más. El chamán con la conciencia modificada permanece consciente y cuando retorna al estado de conciencia ordinario, recuerda todo lo experimentado.
En la Amazona, el chamán se vale normalmente de la ingestión de ayahuasca para conseguir ese estado de conciencia modificada. En general los chamanes son personas que han permanecido mayor tiempo en la selva, adquiriendo un conocimiento directo sobre los remedios vegetales. Ellos han sido los primeros médicos, con capacidad para diagnosticar, detectar la causa de la enfermedad y tratarla hasta conseguir la curación.
Contacta al Chaman Manuel Miranda
Y solicita tu consulta totalmente personalizada
Solo escríbenos un WhatsApp al:
Es importante hacer la distinción entre chamán y brujo hechicero. El arte negro de este último lo realiza por libre albedrío o para prestar un servicio a un cliente, con el fin de hacer daño a alguien o algo, normalmente por envidia o venganza. El chamán por el contrario, siempre busca con sus conocimientos la curación y el bien de las personas y cosas, siendo el brujo su principal enemigo.
No obstante y por citar algunos ejemplos a modo de excepciones, se da la paradoja de que en México la palabra brujo no tiene una connotación peyorativa, sino que es sinónimo de chamán. Entre los jaibaná, que en la actualidad ocupan una gran zona desde Panamá hasta la frontera de Colombia con Ecuador, se consideran sinónimos los vocablos: jaibaná, chamán y brujo.
Al chamán en la Amazona se le llama a veces vegetalista no solo porque en sus curaciones se sirve principalmente de las plantas de la selva, sino porque de los espíritus de ellas aprende buena parte de sus conocimientos. También se le dice: médico, doctor, “curioso” o ayahuasquero -si toma ayahuasca-. La palabra curioso tiene una connotación diferente en aquélla cultura; es sinónimo no sólo de ser “diferente” a los demás, sino que equivale asimismo a persona que busca y aprende; también un “conocedor” u “hombre que sabe” y que sabe más que los demás, lo que equivale a decir que es una persona de conocimiento.
También indicar a modo de aclaración, que cuantas veces mencione la palabra chamán, lo haré como sinónimo de maestro o chamán auténtico. Aunque creo que el Chamanismo no se busca, sino que le encuentra a uno -como fue mi caso-, cualquier persona que tenga un ferviente deseo de ayudar a los demás, puede llegar a ser chamán, sin que haya mayores impedimentos en el aprendizaje, aunque también parece ser cierto que algunas personas tienen mayor predisposición o cualidades para comunicarse con los espíritus, requisito necesario en el Chamanismo; sobre este aspecto, el aprendiz deberá ir aprendiendo poco a poco y con el apoyo de su maestro, a manipular eficazmente las fuerzas espirituales que intervienen en los procesos de enfermedad y curación.
El chamán aparece como un mediador entre el inconsciente de la persona, y el mundo espiritual o inconsciente colectivo, siempre respetando la libertad de ésta.
El chamán es alguien que ha llegado hasta la puerta de la muerte o persona que de alguna forma ha trascendido ese temor. Viaja mentalmente por el aire, a través del agua o interior de la tierra, para comunicarse con los espíritus que habitan esos lugares, con el fin de pedirles ayuda ante una posible curación que se le pueda presentar.
En alguna ocasión acompañado por el crepitar del fuego, y en la noche, entre sorprendido y extasiado, he podido escuchar de Don Manuel Miranda historias o narraciones, a menudo casi hipnóticas, de seres o espíritus que realizan proezas y curaciones. Otras veces cuentos o leyendas de lugares plagados de monstruos malignos, que viven en recovecos apartados de los ríos, pozos y cochas de la selva, en donde estos gigantescos “animales” tragan a los incautos que osan acercarse a sus dominios. Es como si el chamán en esos relatos conservados en forma verbal, hiciera una transferencia de poder, del mundo esotérico o espiritual al mundo exotérico o profano. Son relatos por lo común, llenos de simbología y fuerza en los que el chamán convencido de la existencia de esos seres, sabe transmitir su experiencia así como la magia y sabiduría tradicional que contiene el Chamanismo.
El chamán durante sus curaciones y sobre todo en la Ceremonia de la Ayahuasca, puede pedir ayuda al espíritu de otro chamán viejito y sabio, ya difunto.
La vida para el chamán es aprender a ver y comprender a la naturaleza sin desafiarla. Este, aparece como un hombre pragmático, con una visión de las cosas extremadamente realista, lo que le confiere una lucidez y agilidad mental ejemplares, para organizar armónicamente tanto su vida individual como familiar. La escuela para él representa el diario vivir, que es una de las cosas fundamentales que distingue al maestro Don Manuel Miranda, Chaman nato de curandero de 100% Empírico, no necesitan como los occidentales, de teorías y libros; el observa, experimenta y ayuda.
A excepción del tiempo que dura la Ceremonia, el chamán es una persona normal y corriente. En su aspecto externo y en lo cotidiano, Don Manuel Miranda se presenta como un hombre discreto, por lo que no se diferencia de las demás personas.
Contacta al Chaman Manuel Miranda
Y solicita tu consulta totalmente personalizada
Solo escríbenos un WhatsApp al: